jueves, 14 de febrero de 2013

lunes, 4 de febrero de 2013

Alimentando un monstruo muy peligroso

La pasada semana teniamos constancia que ciertos altos cargos han cobrado sobresueldos en negro... o aunque el señor Presidente del Gobierno lo niegue, algunos de ellos han declarado abiertamente que así ha sido. Y nos llevamos las manos a la cabeza. Perdonad pero... ¿Alguien esperaba otra cosa? Me refiero a si realmente alguien con un par de neuronas activas creía realmente que los sucesivos gobiernos del PSOE y PP no se han lucrado de manera "poco ética" a raíz de sus posiciones de poder.
 
Recordemos que no todas las maneras de enriquecerse estando en el poder son ilegales, pero todas ellas son deleznables, y sino miren dónde están la inmensa mayoría de ex-ministros y ex-secretarios de estado variados. Coinciden, en muchos casos, aquellos políticos que privatizaron empresas o servicios públicos y que ahoran "trabajan" alegremente como directivos en las mismas (Aznar y González, por no ir más lejos). Eso por no venirnos a lo local, y preguntarnos como un concejal de urbanismo de un Ayuntamiento como Barakaldo, el cual lleva como edil más de 30 años (que debería ser ilegal el mero hecho de estar más de dos legislaturas en un mismo puesto de representación), declara no tener ni coche, ni vivienda ni nada que suponga un mínimo patrimonio inmobiliario.
 
Con los sobres de dinero negro se nos escandalizan los tertulianos "¿Pero cómo van a cobrar sobresueldos en dinero negro? ¡es un escándalo!" Perdonen mi mala idea, señores y señoras tertulianos, pero no hay que ser demasiado inteligente para saber que el verdadero escándalo es de dónde salió ese dinero que esta gentuza cobraba. Los poderosos medios nos dan los datos con cuentagotas (FCC, Mercadona...) pero seguramente sabrán a ciencia cierta que no eran los únicos, y que esas cantidades eran mucho mayores. Todos sabemos, a día de hoy, que el verdadero escándalo es que tanto PP como PSOE (o por lo menos algunas de sus gentes) han desmantelado y empobrecido medio Estado en aras de su beneficio personal y el de sus amigotes. Pero no me digáis que no os lo esparábais, por que la superexitosa Transición española, la misma que nos venden como un éxito de la democracia, no ha sido más que una nueva restauración, tan podrida o más que la que se vivió en este fantástico país a finales del XIX y principios del XX. La Transición española, como ya he dicho en otras ocasiones, ha sido una transición de dictadura a oligarquía donde la democracia ha sido habilmente controlada por medio de un sistema electoral tramposo y unos medios de comunicación al servicio de los intereses privados.
 
Pero algo huele a podrido cuando, de pronto, desde la derecha mediática y el imperialista grupo PRISA se apresuran a empozoñar un gobierno que hace casi todo lo que pide la oligarquía. Y es que hay una última cosa que se les escapa de las manos. Y es que, por mucha mayoría absoluta que tenga el PP, sus políticas de privatizaciones lo están dejando caer en barrena en intención de voto, y las calles cada día hierven un poco más, mientras el PSOE se dedica a hacer una oposición lamentable, sin levantar la voz demasiado, no vaya a ser que perdamos el favor de nuestros dueños, pues hace más de 30 años que esta formación decidió ponerse al servicio de los poderosos y dejar su socialismo solamente para las siglas.
 
Lo que se les escapa es que la ciudadanía puede derrocar democraticamente a este gobierno en la calle. Algo huele a podrido cuando el infame "La Gaceta" y "El País" arremeten por igual a un gobierno liberal. Recordemos que en breve nos visitará don Draghi y su cúpula de fantasmagóricos mafiosos. Los medios de comunicación derechosos e imperialistas estan preparando el terreno para la instauración de un gobierno ultraliberal de "tecnócratas", que bajo la carta blanca de "no ser políticos" puedan acabar de desmantelar lo que queda de estado de bienestar.
 
La ciudadanía no se puede dejar engañar por esta treta que se lleva desarrollando durante los últimos dos años. Claro que existe corrupción en la política española, y esta debe ser erradicada de raíz, pero no se puede caer en la trampa de generalizar y acabar odiando "la política" como método de gobernanza y confrontación de ideales. Si hay una frase que cada vez escucho más y me casa verdero pavor es la de "la política apesta y los políticos son todos unos ladrones".
 
Finalmente nos econtramos ante una encrucijada clave: o formateámos este sistema oligárquico disfrazado de democracia y construímos una verdadera democracia, con límites en los cargos públicos, sueldos dignos pero moderados, una ley electoral justa, sistemas de participación ciudadana que haga que todos cuenten en política... en definitiva, o nos ponemos todos a hacer política, o caemos en su trampa de "la política apesta" y lo dejamos en manos de gente que ni siquiera se ha presentado a unas elecciones, que sirve a unos claros intereses privados, y cuyo único fin es hacer negocio de la vida de los demás.
 
Es responsabilidad de todos y todas el hacer política de verdad, o dejaremos que unos pocos hagan de nuestras vidas un negocio.

miércoles, 30 de enero de 2013

lunes, 28 de enero de 2013

Al Sur de la Frontera

Aunque la mayoría de las personas que leeis este blog ya la habréis visto, os invito a refrescar vuestra memoria viéndola de nuevo... sobre todo ahora, que vivimos un recrudecimiento de los ataques mediáticos contra los y las mandatarios y mandatarias de este continente que no se casan con las multinacionales españolas. Muestra de ellos fue la bochornosa portada de El País, mostrando una supuesta foto de Hugo Chávez entubado que resultó ser falsa.

viernes, 26 de octubre de 2012

EL BUSCADOR

 

JORGE BUCAY


Ésta es la historia de un hombre al que yo definiría como un buscador. Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco es alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.



Un día, un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió.

Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos, divisó Kammir a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.

De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos fueran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción: “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”.

Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa roca no era simplemente una piedra. Era una lápida. Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción, se acercó a leerla. Decía: “Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”.

El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra era una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo colmó de espanto fue comprobar que el que más tiempo había vivido apenas sobrepasaba los 11 años.

Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó. Lo vio llorar en silencio durante un rato y le preguntó si lloraba por algún familiar.

- No, no es por ningún familiar. – dijo el buscador - ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿qué cosa tan terrible hay en esta ciudad?, ¿por qué hay tantos niños muertos enterrados en este lugar?, ¿cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que la ha obligado a construir un cementerio de chicos?.

El anciano sonrió y dijo:

- Puede usted serenarse, no hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí colgando de mi cuello. Y es tradición entre nosotros que, a partir de ese momento, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella a la izquierda qué fue lo disfrutado; a la derecha, cuánto tiempo duró ese gozo. ¿Conoció a su novia y se enamoró de ella?, ¿cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla: una semana, dos, tres semanas y media...?. Y después, la emoción del primer beso: ¿cuánto duró: el minuto y medio del beso, dos días, una semana?. ¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo?, ¿y el casamiento de los amigos?, ¿y el viaje más deseado?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano?... ¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?… Así vamos anotando en la libreta cada momento. Cuando alguien se muere es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado para escribirlo sobre su tumba. Porque ése es para nosotros el único y verdadero tiempo vivido.