viernes, 25 de marzo de 2011

De cobardes y mentirosos

El Tribunal Supremo a decretado la ilegalización de Sortu dando de nuevo muestra de su politización. Con nueve votos a favor y siete en contra, sus señorías han vuelto a hacer gala de su ineptitud jurídica y falta de rigor legal.

Estamos sin duda ante una más de las tropelías llevadas a cabo por un sistema judicial caduco y facineroso. Pensábamos que lo del Estatut había sido lo máximo en derechosidad que este Estado pseudodemocrático nos podía ofrecer, ya que en aquella ocasión se frenó en seco un Estatut aprobado en tres cámaras representativas (Parlament, Congreso de los Diputados y Senado), y el Tribunal Constitucional hizo las veces de cuarta cámara dedocrática, pasándose por el forro los deseos del pueblo catalán.

Esta vez ha sido el TS el encargado de complacer a los políticos más mentirosos y cobardes del país (PPSOE, UPyD...) apoyados por los medios de desinformación (desde A3 a T5, pasando por La Sexta y el grupo PRISA) los que han desperdiciado otra nueva oportunidad de adelantar la solución del conflicto vasco, y con ello de acabar con ETA. Escudándose en el pacto antiterrorista, ese pacto entre los grandes partidos que aspira a asfixiar policialmente a ETA sin acabar con ella, para que, de vez en cuando, pongan un petardazo aquí o allá y puedan obtener rédito electoral a costa de los muertos, siguen difundiendo su falaz discurso.

Sin negociación no habrá fin de la lucha armada. Se llevará a una actividad mínima, pero actividad a fin y al cabo, desangrando durante no se sabe cuanto tiempo más a un pueblo que ya está harto de los políticos sin agallas y de un sistema judicial que sigue instaurado en el franquísmo. La ilegalización de Sortu es una más de las estrategias de los que temen a una izquierda abertzale en el juego político, de los que saben que si sus bases consiguieran llevar a ETA a la desaparición y optasen tan sólo por el juego político, tendrían de nuevo a la segunda fuerza electoral de la CAV lista para pelear desde los atriles. La ilegalización de Sortu es la estrategia de la clase política más fascista y caduca de España. De cobardes y mentirosos. 

miércoles, 16 de marzo de 2011

BALI DECLARACION SOBRE SEMILLAS

VIA CAMPESINA

BALI DECLARACION SOBRE SEMILLAS




Las semillas campesinas son dignidad, cultura y vida: campesinos en resistencia, defendiendo sus derechos respecto de las semillas campesinas


Hoy en día somos víctimas de una guerra por el control de las semillas. Nuestras agriculturas están amenazadas por industrias que intentan controlar nuestras semillas por todos los medios posibles. El resultado de esta guerra será determinante para el futuro de la humanidad, porque de las semillas dependemos todos y todas para nuestra alimentación cotidiana.


Un actor en esta guerra es la industria de las semillas, de la ingeniería genética, de las tecnologías híbridas y de los productos agroquímicos, que quiere adueñarse de nuestras semillas para multiplicar sus ganancias, obligando a los campesinos a ser consumidores dependientes de sus semillas. Por el otro lado estamos los campesinos y campesinas, que conservamos y reproducimos nuestras semillas a través de nuestros sistemas vivos de semillas locales, campesinas e indígenas, semillas que son patrimonio de nuestros pueblos, custodiadas y reproducidas por mujeres y hombres del campo. Nuestras semillas son una riqueza que ponemos generosamente al servicio de la humanidad.



La industria ha inventado muchas maneras de saquear las semillas para manipularlas, con el fin de marcarlas con sus títulos de propiedad industrial, y entonces obligarnos, a los pueblos campesinos del mundo, a comprar cada año sus semillas privatizadas en lugar de guardar y seleccionar nuestras propias semillas para la siguiente siembra. Sus métodos incluyen las semillas híbridas que no pueden ser reproducidas por los campesinos, los transgénicos, y la propiedad industrial sobre las semillas, patentes o certificados de obtención vegetal que son impuestos a través de tratados internacionales y leyes nacionales. Todos son métodos de robo y despojo, porque todas las semillas de la industria son de hecho el producto de miles de años de selección y cruces realizados por nuestros pueblos. Gracias a nosotros los campesinos, la humanidad cuenta con la gran diversidad de cultivos que, junto con la crianza y la domesticación de animales, hoy alimentan al mundo.



En su afán por crear monopolios y robar la los bienes naturales de los pueblos, las corporaciones y los gobiernos comprados por ellas, ponen en riesgo toda la agricultura y la alimentación de la humanidad. Unas cuantas variedades uniformes reemplazan a miles de variedades locales, erosionando la diversidad genética que sustenta nuestra alimentación. Frente al cambio climático, la diversidad es fortaleza y la uniformidad es debilidad. Las semillas comerciales reducen drásticamente la capacidad de la humanidad para enfrentarse y adaptarse al cambio climático. Por eso hemos señalado que la agricultura campesina, con sus semillas campesinas, contribuye a enfriar el planeta.



Bien saben en nuestras comunidades que las semillas híbridas y las semillas transgénicas requieren grandes cantidades de productos agrotóxicos, fertilizantes químicos y agua, lo cual eleva los costos de producción y daña el medio ambiente. Además, son mucho más susceptibles a las sequías, enfermedades y plagas, generando centenares de miles de casos de cosechas destruidas y economías familiares echadas a perder. La industria ha “mejorado” las semillas para que no puedan ser cultivadas sin la ayuda de productos químicos dañinos, para que sean cosechadas con maquinaria pesada, y que soporten preservación artificial durante las largas distancias de transporte. Pero ha dejado de lado características importantes para nuestra salud. El resultado son semillas que han perdido su valor nutricional y están saturadas de venenos químicos. Estas semillas son la raíz de numerosas enfermedades crónicas y alergias generalizadas, así como de la contaminación de la tierra, el agua y el aire que respiramos.


En cambio, los sistemas campesinos de rescate, revalorización, conservación y adaptación local gracias a la selección y a la reproducción en los campos de los campesinos, así como los intercambios de semillas entre campesinos, mantienen y aumentan la biodiversidad genética del sistema alimentario mundial, y nos confieren también la capacidad y flexibilidad para afrontar ecosistemas diversificados, climas cambiantes y el hambre en el mundo.


Nuestras semillas están más adaptadas a las condiciones de siembra locales, producen alimentos de mejor calidad nutritiva, y funcionan con alta productividad en sistemas agroecológicos sin agrotóxicos ni otros insumos costosos. Pero los híbridos y los transgénicos contaminan nuestras semillas y las ponen en peligro de extinción. Los híbridos reemplazan a nuestras semillas en sus lugares de origen y llevan a su desaparición. La humanidad no puede sobrevivir sin las semillas campesinas, y sin embargo, las semillas de las corporaciones atentan directamente a su existencia.



No debemos equivocarnos. Estamos frente a una guerra por las semillas. Y del resultado depende el futuro de todos y todas. Es a través de esta óptica que se tiene que analizar el Tratado Internacional para Recursos Fitogenéticos para la Agricultura y la Alimentación (TIRFAA), para entender qué está en juego y qué posiciones se deben fijar.


El Tratado Internacional para Recursos Fitogenéticos para la Agricultura y la Alimentación



En primer lugar, es necesario ubicar el Tratado en su contexto histórico, en la historia de intentos de despojarnos de nuestras semillas. Nos queda claro que la industria y la mayoría de los gobiernos utilizan el Tratado para legitimar el acceso de la industria a las semillas campesinas guardadas en distintas colecciones mundiales. El Tratado reconoce y legitima la propiedad industrial sobre las semillas, justificando el despojo y el monopolio. En el Tratado, el lenguaje florido sobre los derechos de los agricultores deja en manos de los estados la responsabilidad de su aplicación, pero sin embargo los estados no la aplican. Vemos el hecho de mencionar estos derechos como un intento de protegerse contras nuestras posibles protestas y denuncias.


El resultado es un tratado que legitima las leyes de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en cuanto a los derechos de propiedad industrial; por ende, es legalmente vinculante en cuanto a los derechos de propiedad industrial y los derechos de los fitomejoradores, pero permite a los estados no respetar los derechos de los agricultores, aunque utilice un lenguaje bonito. Es un tratado contradictorio y ambiguo, un tratado que en la práctica toma el lado del despojo.


Sin embargo, esto no significa que todo esté perdido. El Tratado podría ser acogido, desde el punto de vista campesino, pero las correcciones deben ser mayores y son urgentes. Por ende, La Vía Campesina afirma que:


No podemos conservar la biodiversidad y alimentar al mundo y mientras que nuestros derechos de sembrar, guardar, intercambiar y vender nuestras semillas sean criminalizados a través de leyes que legalizan la privatización y comercialización de las semillas. El Tratado de la Semillas es el único tratado existente hasta la fecha que contempla los derechos campesinos, pero los estados no respetan estos derechos, mientras que sí respetan el derecho de propiedad industrial. Por eso, el Tratado debe dar prioridad a los derechos campesinos y éstos deben ser vinculantes. Deben ser aplicados en cada uno de los 127 países que ratificaron el Tratado.


El Tratado mismo va en contra de los derechos campesinos cuando promueve las patentes y otras formas de propiedad industrial sobre las semillas. El Tratado debe prohibir toda forma de patente; protección de variedades y sus regalías sobre semillas que se reproducen los campos; así como toda otra forma de propiedad industrial sobre los seres vivos.


La industria ha adquirido una inmensa deuda por apropiarse de nuestras semillas y por destruir la biodiversidad cultivada para reemplazarla por algunas variedades manipuladas. La industria debe pagar esta antigua deuda, pero esto no le da de ninguna forma el derecho de continuar apropiándose de las semillas. La industria debe pagar y también dejar de apropiarse de nuestras semillas y destruir la biodiversidad.


El Tratado propone el “reparto de los beneficios” de los derechos de propiedad industrial que reconoce. Estos “beneficios” son resultado del despojo de nuestras semillas campesinas. Nosotros no queremos participar del robo de nuestras semillas, rehusamos el reparto de beneficios porque no queremos derechos de propiedad industrial sobre las semillas.


Exigimos políticas públicas a favor de sistemas vivos de semillas campesinas, sistemas que estén en nuestras comunidades y bajo nuestro control. Estas políticas no deben promover las semillas no reproducibles, como los híbridos, sino que deben promover semillas reproducibles y locales. Estas políticas deben prohibir los monopolios, favorecer la agroecología y el acceso a la tierra y cuidado de los suelos. Estas políticas públicas también deben favorecer la investigación participativa en los campos de los campesinos bajo control de sus organizaciones y no de la industria. Hacemos un llamamiento a nuestras comunidades para seguir conservando con cuidado, proteger, desarrollar y compartir nuestras semillas campesinas: esta es la mejor forma de resistir contra el despojo y la mejor forma de preservar la biodiversidad.


Los bancos centralizados de semillas no responden a las necesidades campesinas. Son museos de semillas para el beneficio de corporaciones biopiratas. Además en esos bancos nuestras semillas están amenazadas por contaminaciones genéticas y por los derechos de propiedad industrial. No podemos confiar en los gobiernos y el tratado para conservarlas. Nos negamos a entregar nuestras semillas a los bancos de genes del sistema multilateral y de la industria mientras siga habiendo patentes sobre las plantas, sus genes o sus partes, u otro tipo de sistemas de derecho de propiedad industrial como la protección de obtenciones vegetales que exigen regalías sobre semillas reproducidas en los campos, mientras los transgénicos continúen existiendo.


La privatización de semillas es una amenaza seria para nuestras semillas campesinas en África, Asia y América Latina. Pero en algunos de nuestros países, sobre todo en Europa y América del Norte, el monopolio comercial de las semillas de la industria ya ha hecho desaparecer a la mayoría de nuestras variedades locales. En estos países ya no podemos llevar a cabo nuestra selección campesina utilizando las variedades disponibles comercialmente, porque fueron manipuladas para no crecer bien sin muchos insumos químicos o procesos industriales. Han perdido mucho de su valor nutricional y con más y más frecuencia semillas transgénicas. No podemos seleccionar nuestras nuevas variedades campesinas en base a las semillas de nuestros padres que se encuentran encerradas en bancos de genes. Exigimos acceso sin condiciones a las colecciones de semillas del sistema multilateral porque son nuestras semillas las que están guardadas en él.


Nosotros campesinos y campesinas guardamos nuestras semillas en primer lugar en nuestros campos pero también en graneros y casas de semillas campesinas y en sistemas campesinos locales que constituyen también pequeñas colecciones “ex situ”. Ponemos estas colecciones “ex situ” lo más cerca posible a nuestros campos para que los campesinos mantengan control, responsabilidad y acceso a ellas. Para tomar el lenguaje del Tratado, nosotros los campesinos construimos nuestro propio “sistema multilateral”. Esta es la base en la que podemos colaborar con el Tratado, recordándole que él no es el único que organiza la conservación de semillas. Si el Tratado quiere colaborar con nosotros, debe respetar nuestras condiciones y nuestros derechos y prohibir los derechos de propiedad industrial y los transgénicos.


Ya que el proceso del Tratado se lleva a cabo dentro de las Naciones Unidas, son los estados quienes adquieren responsabilidades frente a los sistemas de semillas campesinas. Sin embargo, la Organización Mundial del Comercio hace que los derechos de los fitomejoradores sean vinculantes, mientras que los derechos de los campesinos no son respetados. Exigimos que los derechos de los agricultores sean vinculantes y los derechos de los fitomejoradores sean subordinados a ellos. Esto necesariamente significa derogar las leyes actuales que comercializan las semillas y niegan los derechos de los campesinos. Exigimos la ratificación de leyes nacionales que reconozcan los derechos de los agricultores. La Vía Campesina hace un llamado para la pronta aprobación y ratificación de una convención de derechos campesinos dentro de las Naciones Unidas. Agricultura y semillas fuera de la OMC y los tratados de libre comercio.


El Tratado es parte de una serie de desafíos a los pueblos campesinos e indígenas a los que nos estamos enfrentando hoy en día. El Proceso Río+20 lleva a un enfrentamiento claro entre un capitalismo disfrazado de verde y la agricultura campesina, la agroecología y nuestras semillas campesinas. La Vía Campesina actuará para defender la agroecología y las semillas campesinas que representan la esperanza para el futuro de la humanidad. Como hemos demostrado, la agricultura campesina sostenible contribuye a enfriar el planeta y puede alimentar al mundo.


Si los estados se comprometen a reformar el Tratado, defendiendo activa y efectivamente los derechos de los agricultores, estamos dispuestos a colaborar en el Tratado, incluso dentro de mecanismos de un comité paralelo basado en el modelo del del Comité de Seguridad Alimentaria que acompaña al proceso de la FAO en Roma. Pero no vamos a abrir la puerta a una colaboración con el Tratado que nos va a enfrascar en interminables discusiones mientras que los transgénicos, los híbridos y los derechos de propiedad industrial nos despojan de nuestros campos. Cualquiera que sea la decisión del Tratado de reconocer o no a aquellos que somos los guardianes de la biodiversidad, continuaremos trabajando dentro de nuestros propios sistemas campesinos de semillas, los cuales han en el pasado y continuarán en el futuro asegurado la biodiversidad y alimentado a la humanidad . De esta forma, estamos guardando las semillas no solo para nosotros sino también para nuestros hijos: Las semillas campesinas son patrimonio de las comunidades campesinas y de los pueblos indígenas al servicio de la humanidad.


La Via Campesina

Via Campesina is an international movement of peasants, small- and medium-sized producers, landless, rural women, indigenous people, rural youth and agricultural workers. We are an autonomous, pluralist and multicultural movement, independent of any political, economic, or other type of affiliation. Born in 1993, La Via Campesina now gathers about 150 organisations in 70 countries in Asia, Africa, Europe, and the Americas

lunes, 14 de marzo de 2011

Una gaceta a la izquierda de la izquierda busca un hueco en el quiosco

La noticia ha corrido como la pólvora entre los profesionales del periodismo. Un nuevo diario, de los de siempre, de papel, se presentará en los quioscos a principios de abril. La Voz de la Calle ha sorprendido desde todos los puntos de vista con su lanzamiento: se situará a la izquierda, saldrá a la calle con una tirada de 90.000 ejemplares y su precio será como el de un grande, 1,20 euros.


Una apuesta arriesgada que contará con una plantilla de 50 periodistas comandados por un director del que todavía se desconoce el nombre y por Rodrigo Vázquez de Prada y Eugenio Viejo en las subdirecciones. Uno de los principales impulsores de esta cabecera ha sido el histórico empresario comunista Teodulfo Lagunero, uno de los pulmones económicos del PCE. Aparte de él, entre los nombres que compondrán el comité editorial del medio destacan el rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa, la viuda de José Saramago, Pilar del Río, o el ex director general de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza.


La alta tirada inicial ha sorprendido en el entorno periodístico. Un medio nacional situado en el otro extremo ideológico de La Voz de la Calle, La Gaceta, alcanzó el pasado mes de enero una cifra de difusión de unos 44.000 ejemplares. Por su parte, Público, que estará teóricamente a la derecha del nuevo diario, a pesar de alcanzar una notable cifra de difusión (105.007 ejemplares en enero), sigue caracterizándose por sus dificultades para solventar sus pérdidas económicas.

La Voz de la Calle estará participado mayoritariamente por un histórico, Teodulfo Lagunero. Este empresario ayudó a Carrillo a pasar la frontera con la no menos histórica peluca o financió la sede del Comité Central del PCE en plena Transición. Ahora, a sus 84 años, se lanza a una nueva aventura. “Nosotros no nos metemos con nadie. No vamos ni contra El País ni contra Público”, cuenta a El Confidencial.


El veterano empresario explica el motivo de tan alta tirada: “Queremos llegar a muchos puntos de venta en toda España y por ello debemos ir muy fuertes, luego, según los resultados, ya nos iremos adaptando al mercado”, señala Lagunero, que defiende la validez del lanzamiento de este “diario de izquierdas, objetivo y de calidad”: “La mitad de España es sociológicamente de izquierdas. Además, existe una desigualdad en cuanto a medios”, ya que considera que los de derechas ganan en número a los de izquierdas.

Ni grupos mediáticos, ni partidos políticos

Por el momento, Lagunero desmiente la presencia detrás de ningún grupo mediático ni de ningún partido político, tal y como apuntaban diversos medios en relación a Izquierda Unida. “Somos objetivos. Si el PP propone algo que consideremos bueno, lo defenderemos también. Las distintas voces tendrán turno de réplica. Defendemos a España, a los trabajadores, a los parados, a los funcionarios y a la Justicia”, zanja.

A pesar de la falta de vinculación con ningún partido político, Lagunero destaca el compromiso de todos los implicados. “Somos entre 240 y 250 socios, en los que hay personalidades significativas de izquierdas como rectores, catedráticos, economistas… El grupo de lectores a los que queremos dirigirnos es, como reza nuestro nombre, a la calle de verdad”, afirma. Asimismo, Lagunero niega vinculación con el diario digital La República: “Una cosa es La República, con la que colaboramos algunos, y otra La Voz de la Calle”.

Por el momento, por lo que se apuesta es “por el periodismo de calidad”, aunque sin adelantar más nombres de los mencionados en la plantilla de 50 personas. Una apuesta que deberá comprobarse el primero de abril.

miércoles, 9 de marzo de 2011

De nuevo, el miedo como discurso.

Miedo, del latín metus. Según la RAE tiene dos acepciones. La primera sería la perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario. A partir del 11-S ha sido el discurso más fructífero que el neo-liberalísmo ha esgrimido para justificar su recorte de libertades. Recordad el mero hecho de los aeropuertos: desde los escáneres que te dejan en pelota picada, hasta el registro y retención arbitraria de viajeros en función de su raza, etnia, procedencia o aspecto. Tate... ese con esos pelos y esa perilla de chivo es terrorista kurdo seguro... Y automaticamente te detienen, te investigan, te registran... Nos han vendido el discurso de la seguridad antiterrorista para promover políticas excluyentes y elitistas, y para mantener a la ciudadanía acucharada, vigilada y sometida al metus como perturbación angustiosa del ánimo, por un riesgo imaginario, no real. 

  Y es que de vez en cuando conviene que los falsimedia nos refresquen esa sensación angustiosa. Que nos recuerden que es más que probable que un Boeing 747 nos caiga en la gaita y nos tuerza el día, o que el típico renault 19 reviente a nuestro paso hacia la panadería y nos atragante el zurito mañanero. Y si no, revisemos los titulares con los que han abierto los informativos durante esta última semana:

  1. Un nuevo video sobre los atentados del 11-S, esta vez grabado desde un helicoptero, para que el olor a humo casi lo intuyamos. 
  2. Noticias sobre atentados de ETA. Que si no se quién se cargó a Puelles, que si no se cual es extraditado...
  3. Que si Patxilo estuvo en el punto de mira (si si, Patxilo, el Lehendakari etereo).
  4. Hoy mismo, que si "el pistolas" intentó disparar tres cohetes contra Aznar. (¿Por qué coño le llaman el pistolas entonces?)
Es indispensable para el sistema fomentar el discurso del miedo, por que sólo desde éste sentido primario se pueden articular políticas tan descabelladas como las que se han ido desarrollando en los últimos diez años. Y ahora, que con la crisis hemos conseguido que los que llamábamos ladrones a los bancos no seamos directamente tachados como "exaltados portadores de discursos decimonónicos" (literalmente le dijo esto Alicia Sánchez-Camácho al candidato de ICV), pues tienen que refrescar lo angustioso de nuestra miserable vida, que como decía antes, pende de un delgado hilo en manos de soviéticos, etarras, kurdos, talibanes o castristas, según la época y contexto, que pueden acabar con nosotros de un plumazo (o avionzazo, bombazo, inmolanazo,... nuevos conceptos).

Y es a lo que vamos, porque sospecho que esta campaña de los últimos días está más propiciada por la segunda acepción de la RAE: recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea. La clase dominante (grandes banqueros, manipuladores de mercados financieros, y capitalistas deshonestos -los hay honestos, pocos pero los hay-) están empezando a ver que la gente tiene cierto hartazgo que se está convirtiendo poco a poco en indignación. Además, los últimos acontecimientos en el mundo árabe, donde la población se está quitando de encima a dictadores impuestos por los poderes dominantes (parece que Gadafi es el mal absoluto, pero cabe recordar que jerifaltes como el de Túnez, Egipto o Barhein fueron impuestos por occidente tras la caída del panarabismo de Nasser), está refrescando a la población occidental que el cambio es posible, que se puede hacer. ¿No será esta campaña de aterrorización del personal el último recurso de un sistema que siente recelo de que suceda algo contrario a lo que desea? Yo si fuera uno de esos personajes que manejan el capitalismo, ahora mismo estaría acojonado.

Más sobre política del miedo:

Chomsky, Noam: La Propaganda y la opinión pública (Barcelona, Crítica, 2002)


Klein, Naomi: La doctrina del shock: El auge del capitalismo del desastre. Editado por Paidós en 2007
 

martes, 8 de marzo de 2011

Perlas de Jordi Borja

Jordi Borja Sebastiá es un político y geógrafo catalán, licenciado en ciencias políticas y de la administración, diplomado en geografía y urbanismo. Militante del PSUC y PCE, fue diputado en el parlmaneto de Catalunya, teniente de alcalde de Barcelona... Ayer le tuvimos en Bilbao en la apertura de unas jornadas sobre urbanismo y transformaciones sociales.

En general me pareció una conferencia un poco flojita, y en algunos términos discrepo profundamente (entre ellos lo de integrar las areas naturales en el entramado de la ciudad), pero sin embargo he rescatado unas cuantas perlas que invitan a la reflexión. Salud!

"Estoy completamente a favor de la crisis"

Datos sobre la década 1993-2003:

  •    En España se construye más vivienda que en Inglaterra, Francia y Alemania juntas.
  •    El 50% del suelo urbanizable lo compraron bancos y cajas.
  •    Los beneficios de los bancos españoles, en relación con sus activos financieros, fueron 2 veces más que los de EE.UU., 5 veces más que los de Francia, 20 veces más que los de Alemania...

"Los sectores políticos se han afanado en no ver más allá del día siguiente"

"En los gobiernos locales lo de menos ha sido la corrupción"

"Ciudades que están muy bien, con un urbanismo que está muy mal"

"Hay que replantear la responsabilidad de los intelectuales; hay que tomar posiciones frente al mundo."

"En España el derecho a la vivienda es un negocio, por lo tanto la desobediencia civil es legítima"

viernes, 4 de marzo de 2011

Por qué existe un elevado desempleo: el error de la tesis de “la sociedad del conocimiento”

Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario PÚBLICO, 10 de febrero de 2011



Este artículo critica el Pacto de Competitividad propuesto por la canciller alemana Angela Merkel a los países de la eurozona, cuya aprobación y desarrollo afectaría negativamente la capacidad adquisitiva de las clases populares. El artículo da una visión crítica del llamado “milagro” exportador alemán cuya extensión al resto de la eurozona tendría efectos perniciosos para la recuperación económica de España y de tal zona monetaria.

Estamos viviendo la avalancha conservadora-neoliberal liderada por la canciller Angela Merkel, que propone realizar reformas en la eurozona encaminadas a mejorar la competitividad de los países que la componen a base de reducir los salarios y los derechos laborales. En tal postura se presupone que la competitividad depende en gran medida de los salarios, de manera que su variación a la baja producirá un aumento al alza de la competitividad, al permitir una bajada de precios, lo que hará que los productos sean más baratos y con ello aumentará su competitividad. Como apoyo a su teoría, Merkel hace referencia a Alemania, cuya elevada competitividad se basa, según la canciller, en la “moderación salarial”, la palabra utilizada en el discurso neoliberal para definir un proceso en el que los salarios están estancados o disminuyen mientras que la productividad aumenta.

El problema de tal teoría es que los datos no apoyan tales tesis. Como muy bien ha documentado Ronald Janssen en su artículo European Economic Governance: The Next Big Hold Up On Wages, en la revista Social Europe Journal (02-03-2001), la famosa competitividad alemana tiene muy poco que ver con el nivel de los salarios, con su moderación o con los precios de los productos que Alemania exporta. El éxito de las exportaciones alemanas no se basa en sus precios, tal como ha documentado la propia Comisión Europea. Esta, en un informe de 2010, concluyó que el crecimiento de las exportaciones alemanas durante el periodo 1999-2008 (un crecimiento anual del 7,3%) se debió primordialmente al crecimiento de los mercados importadores. Sólo un 0,3% se debía al cambio de precios de los productos exportados. El milagro exportador alemán se debe, principalmente, al enorme crecimiento de las importaciones de productos alemanes por parte sobre todo de las economías emergentes. Tales productos son manufacturas, equipamientos de tecnologías Telecom, infraestructura de transportes y otros. El éxito de las exportaciones se debe, por lo tanto, al know how y muy poco a los precios de los productos. Estudios econométricos realizados en Alemania han mostrado que una reducción del 10% en su precio sólo aumentaría las exportaciones un 4%. De estos y otros datos se deduce que la moderación salarial que ha tenido lugar durante este periodo en Alemania no era para reducir los precios (que no se redujeron), sino para aumentar los beneficios empresariales, que alcanzaron niveles sin precedentes. El porcentaje de beneficios del sector empresarial en los sectores manufactureros y otros sectores exportadores aumentaron, de un 36% del valor añadido bruto en 2004, al 41% en 2008. Mientras, los salarios permanecieron constantes.

Y ahí está la razón del discurso conservador-neoliberal. El objetivo no es la defensa de la economía o de la competitividad, sino de los intereses de las grandes empresas (incluyendo también, por cierto, a los bancos) a costa de los intereses de los trabajadores. Es lo que antes se llamaba lucha de clases, lo cual ahora se enmascara bajo el discurso de la competitividad. Y este es el modelo que la canciller Merkel y su partido (perteneciente a la misma familia política que el Partido Popular en España) desean implantar en la UE. Estos intereses empresariales y financieros son los que ahora están promoviendo con el mismo discurso en España, presionando para que exista un descenso de los salarios. Desean que los salarios bajen para que aumenten sus beneficios, argumentando que la reducción de los salarios hará mejorar las exportaciones y con ello la economía. Pero las exportaciones en España han continuado creciendo, tal como han ido creciendo también la productividad y los salarios, en porcentajes, por cierto, muy similares a Alemania, como bien ha documentado Mark Weisbrot en su artículo Spain’s Trouble are Tied to Eurozone Policies, en The Guardian (29-01-2001). En realidad, como en Alemania, la variabilidad en los precios no es determinante del tamaño de las exportaciones españolas. También, como en Alemania, la demanda de los países importadores es la clave. Reducir los salarios en España a fin de afectar a la competitividad requerirá un recorte salarial muy sustancial para que ello se note. Y este recorte afectará muy negativamente a la demanda interna.

Y ahí está el meollo de la cuestión en España y en la UE. Sus exportaciones no dependen tanto del precio de sus productos, sino de la demanda de estos, lo cual depende, a su vez, del crecimiento de los mercados domésticos e importadores, que son en su mayoría los países de la eurozona. Las exportaciones españolas se basan en productos de tecnología alta y media (productos manufacturados), como en Alemania, y productos agrícolas, pesca y artesanía de baja y media tecnología, cuyas exportaciones y consumo dependen más de su calidad que de su precio. El mejor determinante de las exportaciones españolas es el crecimiento de la capacidad adquisitiva de los países importadores, tales como Alemania (que depende del nivel de sus salarios). De ahí que la reducción salarial tanto en Alemania como en España (y en otros países de la eurozona) va precisamente en contra del aumento del comercio, pues deprime la demanda tanto doméstica como exterior, retrasando notablemente la capacidad de recuperación de las economías europeas.

Lo que está ocurriendo en la eurozona es que los intereses financieros y de las grandes empresas están utilizando la crisis, que ellos mismos crearon, para conseguir lo que siempre desearon: la reducción e incluso eliminación de los derechos sociales, laborales e incluso políticos de las clases populares en general y de la clase trabajadora en especial. Y esto es de lo que debe informarse a la población.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Vladimir Ilich Lenin: Conceptos necesarios

Vladimir Ilich Lenin: Conceptos necesarios

Este 22 de abril conmemoramos el Aniversario 136 del natalicio del genial discípulo y continuador de Marx y Engels y fundador del primer estado de obreros y campesinos, Vladimir Ilich Lenin.



Dr. Lucilo Batlle Reyes *



Este 22 de abril conmemoramos el Aniversario 136 del natalicio del genial discípulo y continuador de Marx y Engels y fundador del primer estado de obreros y campesinos, Vladimir Ilich Lenin.

De él dijo Fidel en ocasión de su centenario: “Nadie, como él, fue capaz de interpretar toda la profundidad y toda la esencia y todo el valor de la teoría marxista. Nadie, como él, fue capaz de interpretar esa teoría y llevarla adelante hasta sus últimas consecuencias. Nadie, como él, fue capaz de desarrollarla y de enriquecerla en la forma en que él lo hizo”.

El debate que tiene lugar entre las fuerzas revolucionarias en la actualidad en torno a lo que se ha dado en llamar “la alternativa al neoliberalismo” se produce bajo la influencia de la crisis ideológica y política resultante de la desaparición de la URSS y los demás estados socialistas del Este de Europa.

Junto al escepticismo, el pesimismo y la desesperanza que ello ocasionó a no pocos en el movimiento revolucionario y progresista mundial, se puso de manifiesto también, de manera consciente o inconsciente, la renuncia y deslegitimación de la teoría del marxismo y el leninismo como único instrumento válido para la comprensión del capitalismo contemporáneo y la elaboración de la estrategia y táctica acertadas de las fuerzas del progreso.

Para Lenin salvaguardar los fundamentos teóricos del marxismo es la tarea más importante para los marxistas conscientes ante estos momentos de crisis. “Precisamente, nos dice , porque el marxismo no es un dogma muerto, no es una doctrina acabada, terminada, inmutable, sino una guía viva para la acción , no podía por menos de reflejar en sí el cambio asombrosamente brusco de las condiciones de la vida social. El reflejo de ese cambio ha sido una profunda disgregación, la dispersión, vacilaciones de todo género, en una palabra, una crisis interna sumamente grave del marxismo. La resistencia decidida a esa disgregación, la lucha resuelta y tenaz en pro de los fundamentos del marxismo se ha puesto de nuevo a la orden del día. Capas extraordinariamente amplias de las clases que no pueden prescindir del marxismo al formular sus tareas, lo habían asimilado en la época precedente de un modo extremadamente unilateral, deforme, aprendiéndose de memoria unas u otras “consignas”, unas u otras soluciones a los problemas tácticos y sin comprender los criterios marxistas que permiten valorar esas soluciones”.


El auge de los movimientos sociales que se oponen a la globalización neoliberal ha levantado voces desde la izquierda que sustituyen el enfoque de clases por lo movimientista, lo que significa el abandono de tesis fundamentales del marxismo. Al respecto Lenin nos dice: “Los hombres han sido siempre en política víctimas necias del engaño de los demás y del engaño propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a discernir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase. Los partidarios de reformas y mejoras se verán siempre burlados por los defensores de lo viejo mientras no comprendan que toda institución vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza de unas u otras clases dominantes. Y para vencer la resistencia de esas clases, solo hay un medio: encontrar en la misma sociedad que nos rodea, educar y organizar para la lucha a las fuerzas que puedan –y , por su situación social, deban- formar la fuerza capaz de barrer lo viejo y crear lo nuevo”.


Los sostenedores de las tesis movimientistas asumen también que la clase obrera no es ya la clase revolucionaria de la sociedad y por tanto, la fuerza hegemónica del cambio, sino que el sujeto emancipador hoy lo integra la comunidad de víctimas del capitalismo neoliberal en la que se incluye a la clase obrera. Lenin da las claves para comprender que lo que hace a la clase obrera la clase más revolucionaria no es su peso numérico, sino su cualidad en el modo de producción. Nos dice: “ de las clases oprimidas, solo es capaz de suprimir las clases, por medio de su dictadura, la que está aleccionada, unida, educada, fogueada por decenas de años de luchas políticas y de huelgas contra el capital; la que ha asimilado la cultura de las ciudades, de la industria, del gran capitalismo y tiene decisión y capacidad para defenderla, para conservar y desarrollar todas sus conquistas, para hacerlas accesibles a todo el pueblo, a todo los trabajadores; la clase que sabe soportar todas las cargas, todas las pruebas, todas las adversidades, todos los grandes sacrificios que inevitablemente impone la historia a quien rompe con el pasado y se abre audazmente paso hacia un porvenir nuevo; solo las clases cuyos mejores hijos resuman odio y desprecio por todo lo mediocre y filisteo, cualidades que tanto florecen dentro de la pequeña burguesía, los pequeños empleados y la “intelectualidad”; solo la clase que se ha “endurecido en la escuela del trabajo” y sabe inspirar respeto por su capacidad de trabajo a todo trabajador, a todo hombre honrado”.

La toma del poder continúa siendo el problema fundamental de toda revolución. Sin embargo, en algunos sectores de la izquierda se plantea “cambiar el mundo sin tomar el poder”. De nada valdrían las propuestas de cambio mejor elaboradas y viables si no se cuenta con los medios políticos de realizarlos y sobre todo, cuando de la revolución socialista se trata, única alternativa para los pueblos del tercer mundo. Acerca de ello Lenin dijo: “el proletariado necesita el poder estatal, organización centralizada de la fuerza, organización de la violencia, tanto para aplastar la resistencia de los explotadores como para dirigir a la enorme masa de la población, a los campesinos, a la pequeña burguesía, a los semiproletarios en la obra de “poner en marcha” la economía socialista”.


Para enrumbar con acierto la ira popular antineoliberal y replantearse la lucha contra el capitalismo globalizado de hoy, es de obligada referencia, por su profundo contenido esclarecedor, la obra de Lenin, sobre todo aquella donde desarrolla la teoría marxista de la revolución; y hacerlo con sujeción a su permanente consejo de no reproducir clichés, no copiar fórmulas ni repetir frases aprendidas de memoria, sino estudiando la vida para encontrar las formas específicas mediante las que, dentro de cada situación y en cada país, se marche hacia el gran objetivo común del Socialismo.


*Profesor titular del Instituto Superior Pedagógico para la Educación Técnica y Profesional



“Héctor A. Pineda Zaldívar”